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domingo, 13 de mayo de 2018

¿Cómo fue la inauguración del Coliseo? 100 días de festejos

Gladiadores luchan en el Coliseo Romano

El famoso Coliseo Romano, cuyo nombre original fue Anfiteatro Flavio, comenzó a construirse entre los años 70 y 72 Dc. bajo el emperador Vespasiano. Sin embargo, sería su hijo y sucesor el emperador Tito, quien finalmente lo inauguraría en el año 80 Dc.


Emperador Tito, inauguró el Coliseo
Busto del Emperador Tito

Luego de casi diez años de trabajo, los ciudadanos pudieron tener una inauguración a lo grande, como una construcción tan colosal se merecía. Durante cien días, se realizaron festejos tan extraordinarios como sangrientos.



Si bien no hay muchos documentos escritos acerca de estos días de fiesta romana que hayan sobrevivido hasta nuestra época, se sabe que entre las actividades que los ciudadanos podían disfrutar estaban las venationes o "juegos con animales". Estos, que solían disputarse por la mañana, incluía la caza de animales tan exóticos para el Imperio como elefantes, leopardos, tigres, leones, grullas, hipopótamos e incluso rinocerontes. No solo se cazaban, sino que también se organizaban combates entre las diferentes especies.


Se dice que uno de los combates tuvo como partícipes a un elefante y un toro. El elefante resultó vencedor y luego se arrodilló frente al propio emperador Tito, lo que fue tomado como una muestra del poder del emperador.


Dion Casio comenta que el número de animales muertos durante los juegos inaugurales alcanzó los nueve mil.



Pero los animales no solo combatían entre ellos. También eran usados asiduamente en la segunda parte del día: las ejecuciones. Estas se usaban a modo de "descanso" luego de las venationes, y era normal que en esta etapa los ciudadanos de las clases más altas se retiraran a comer (en este punto es importante destacar que la entrada al coliseo era gratuita).


Gladiadores y juegos efectuados en el Coliseo
Mosaico encontrado en Pompeya

Los criminales de clase baja o prisioneros de guerra solían ser crucificados u obligados a luchar contra tigres y leones... estando completamente desarmados. Era normal que las ejecuciones intentaran recrear escenas trágicas de la historia o la mitología. Por ejemplo, se intentó recrear la leyenda donde Prometeo era atado a una piedra y un águila le comía el hígado todos los días, usando a un condenado en lugar de Prometeo y un oso en lugar del ave (es muy probable que el pobre condenado no haya tenido que pasar por lo mismo todos los días).


Por la tarde continuaban con las Naumaquias, recreaciones de batallas navales. Si bien no se ha podido confirmar si estás eran realizadas en el mismo anfiteatro o en un lago cercano, sí se sabe que para la época del emperador Domiciano existía una serie de túneles subterráneos que permitían la inundación y el vaciado de la arena de forma veloz, por lo que no es imposible pensar que ya en los juegos inaugurales se hayan visto batallas de barcos donde unas horas antes habían combatido las bestias y muerto los condenados.





Dion Casio nos cuenta que en el tercer día hubo una recreación de batalla naval donde participaron más de tres mil hombres.

Las naumaquias en los juegos inaugurales del Coliseo
Representación de las Naumaquias

Para cerrar la jornada, se presentaban los aclamados combates de gladiadores. Estos se realizaban tanto uno contra uno como grupales. Solo hay un relato de estos enfrentamientos que ha sobrevivido hasta nuestra época, y se trata del duelo entre los gladiadores Vero y Prisco.



Sobre este combate, el historiador Marcial nos narra lo siguiente:

"Mientras que Prisco y Vero alargaban el enfrentamiento, y por largo tiempo la lucha fue igualada en ambos lados, altos y repetidos gritos reclamaban la libertad para los hombres; pero César siguió su propia ley; era la ley de luchar con el escudo hasta que un dedo se alzase: hizo lo que le estaba permitido, a menudo dio comidas y regalos. Pero se llegó al final con la misma igualdad: iguales al luchar, iguales al ceder. César envió espadas de madera a ambos y palmas a ambos: por tanto, el coraje y la habilidad recibieron su premio. Esto no tuvo lugar ante ningún príncipe salvo tú, César: cuando dos lucharon, ambos fueron victoriosos."


Por lo tanto el emperador Tito, ya sea cediendo a los deseos de la multitud o impresionado por el enfrentamiento que estaba viendo, decidió darle la libertad a los dos gladiadores.


Sin duda, la inauguración del Coliseo tuvo una magnitud gigantesca. A pesar de que ahora tales espectáculos nos parezcan sangrientos y crueles, hace 1938 años esto era tan normal como para nosotros el fútbol, por lo que el centro del mundo vivió cien días de festejo con alegría.


¿Qué opinas? ¿Te hubiera gustado estar presente en los juegos inaugurales? 

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